Pregunta de
investigación:
Mi pregunta de
investigación para esta monografía es hablar sobre la ética de Aristóteles o lo
que es lo mismo, la ética aristotélica.
La biografía de Aristóteles
Aristóteles nació el
384 a.C. en una pequeña localidad macedonia muy cercana al monte Athos,
conocida como Estagira, que de ahí viene el sobrenombre de El Estagirita, y
murió en el 322 a.C., en la isla de Chalcis, tierra de su madre, a la avanzada
edad de sesenta y dos años. Fue un filósofo lógico y científico de la Antigua
Grecia, sus ideas han tenido una gran influencia sobre la historia intelectual
de Occidente durante dos milenios. Escribió 200 tratados, tratando diversos
temas, entre ellos encontramos temas como lógica, metafísica, filosofía de la
ciencia, ética, filosofía política, estética, retorica, física astronomía
y biología. Él transformó todas las áreas que trataban sobre el conocimiento.
Se le reconoce como el padre fundador de la lógica y de la biología, porque los
primeros textos tratando estos temas, Aristóteles es el autor.
Aristóteles formuló la
teoría de la generación espontánea, el principio de no contradicción, las
nociones de categoría, sustancia, acto, potencia, etc. Para su época, tenía
conceptos muy novedosos, lo que para nosotros ahora, la misma idea, es de
sentido común.
Ética aristotélica
La ética de Aristóteles
es una ética relacionada muy de cerca con la felicidad. Pero no únicamente se
relaciona con la felicidad, si no también es considerada una ética de la
virtud, puesto que es el medio más accesible y con un camino más seguro hacia
la felicidad.
La felicidad,
técnicamente hablando, podríamos decir que es un estado de ánimo que varia
dependiendo de la ocasión, ya que suele llegar cuando la persona cree que ha
alcanzado una meta que deseaba. Cuanto más grande fuese la meta, más grande la satisfacción
de haberla conseguido, por lo tanto, una mayor felicidad. Esta felicidad crea
una paz interior y nos proporciona un estado de satisfacción, también se podría
dar a entender que es el ejercicio perfecto de la actividad propia del hombre.
Esta felicidad para que sea completa tiene que ir acompañada de ciertas
virtudes. Aristóteles no relaciona la felicidad con la capacidad de
conocimientos que seamos capaces de almacenar, si no que para él la verdadera
felicidad se encuentra teniendo en el alma las virtudes, ya que es de donde
salen los sentimientos más puros y sinceros, ya que gracias a nuestro estado de
animo que va unido a la felicidad que tengamos,
hace que los humanos nos comportemos de una manera determinada en vez de
otra que podría ser completamente diferente. Por ello Aristóteles decía que:
"No basta que la
acción tenga un carácter determinado para que la conducta sea justa o buena; es
preciso también que el hombre actúe de un modo determinado ante todo, que actúe
a sabiendas; en segundo lugar, que proceda en razón de una decisión consciente
y que prefiera esa acción por si misma; finalmente, que actúe desde una
posición firme e inquebrantable" Aristóteles, Ética a Nicómaco
Aristóteles escribió
sus reflexiones en la “Ética a Nicómaco” también conocida como “Ética
Nicomáquea”, escrito en diez libros. Y en “Ética a Eudemo”, que Eudemo
era un discípulo de Aristóteles, escrito en cuatro libros. Aristóteles escribía
estos libros dedicados a su hijo Nicómaco.
En sus textos, que sus
ideales se asemejaban a la ética de Platón, nos habla sobre el bien, que lo
relaciona con el conocimiento. El hombre por naturaleza intenta buscar siempre
el bien, el problema es que el hombre no sabe que es lo bueno y lo malo. Y lo
que hace el ser humano, es identificar como bueno lo que considera bueno, y no
lo que realmente es bueno y esta bien. Platón decía que había un único Ideal de
Bien, igual para todos los hombres. Pero Aristóteles rechazaba este ideal, para
él era imposible la existencia de un único bien, opina que si hay muchos modos
de ser, también habrá muchos tipos de bienes.
"Todo arte y toda
investigación científica, lo mismo que toda acción y elección parecen tender a
algún bien; y por ello definieron con toda pulcritud el bien los que dijeron
ser aquello a que todas las cosas aspiran". ("Ética a Nicómaco", libro 1,1).
"Siendo como son
en gran número las acciones y las artes y ciencias, muchos serán por
consiguiente los fines. Así, el fin de la medicina es la salud; el de la
construcción naval, el navío; el de la estrategia, la victoria, y el de la
ciencia económica, la riqueza". ("Ética a Nicómaco", libro 1,1)
Al principio de la
ética de Nicómaco, afirma que toda acción humana es realizada por un motivo
concreto y con unos ideales finales, y el ideal final es el bien que se busca.
Por lo que el fin está relacionado con el bien. Pero a veces, el hombre utiliza
ese final para llegar a otro final y obtener otro tipo de bien. Por ejemplo,
cuando se pinta un cuadro, no se hace con el único fin de hacer el cuadro y de
que el cuadro este pintado, no, se hace con el fin de recordar algo, adorar a
alguien, expresar los sentimientos… No se hace sólo por el hecho de pintar el
cuadro. La cuestión es si todos los bienes están perseguidos por otros finales,
o realmente hay un único bien con una única función. Podríamos decir, que unos
bienes están subordinados por otros, hasta que llegamos a un fin, que es el
último, que no comunica con otro fin. Nos percatamos de que los fines no son
iguales, ya que dependen de la actividad que se lleve a cabo para obtenerlos.
Las actividades son también diferentes. Aristóteles decía: “La felicidad es el
bien último al que aspiran todos los hombres por naturaleza.” Aristóteles concluye
que la felicidad consiste en tener una vida buena, pero no todos los hombres
tienen el mismo concepto sobre la vida buena. Algunos consideran la vida buena,
una vida llena de placeres, riquezas, estancias superficiales… Otros consideran
que esta vida buena tiene que estar llena de momentos inolvidables y honestos.
Con esto, Aristóteles
nos quiere hacer entender que no hay una definición para el Bien, no hay un
término concreto para definir tal palabra. La ética, nunca ha sido, no es, y
nunca será una ciencia.
Aristóteles habla de la
“praxis”, que es una acción inmanente que lleva en sí misma su propio fin.
También habla de la “poiesis, que es la reducción de una obra exterior al
sujeto que realiza.
Para entender mejor lo
que es la poiesis, tenemos que saber que proviene del griego, cuya palabra significa
creación o bien producción. Viene derivada del verbo hacer o también del verbo
crear. Platón también utilizaba esta palabra, sobretodo cuando quiere definir en
El banquete, dicho banquete es un diálogo platónico escrito en el años, de esta
obra sale el término tan conocido mundialmente como el “amor platónico” escrito
en el 380 a.C. aproximadamente, en el cual habla sobre el amor pero en este
caso lo utiliza a modo de “la causa que convierte cualquier cosa que
consideremos de no-ser a ser”. La idea de amor platónico surge gracias a la
gran visión filosófica de la mente de Platón sobre el amor; Platón denominaba
amor platónico esa clase de afecto en el cual se trata únicamente de un amor
físico o de un amor no correspondido por causas diversas, por lo tanto el amor
platónico surge cuando la idea de amor es únicamente un ideal, ya que nunca
habrá nada más.
Él cree en la unión del
fin con el bien, y ni se le ha pasado por la cabeza que pueda suceder un
conflicto entre fines morales. También hay que decir que, en el teleologismo de
Aristóteles, dice que el fin es algo que tiende a ir bien, y el bien es llevar a
buen término el final que debe ser realizado y cumplido, la realización de su
pragmatismo y de su gran potencialidad
Todo tiene un fin,
tiene que haber un fin último. Porque si todos los fines se comunicasen entre
ellos y todo fuese una cadena de fines interrelacionados, nunca se acabaría,
podríamos llegar hasta el infinito y seguir con los fines. Hasta que
llegaríamos a la conclusión que los fines son fines que no sirven de nada, que
carecen de sentido y de valor. Serian innecesarios, absurdos, nada prácticos, y
cualquier adjetivo que sirva para describir algo realmente inútil. Pero resulta
que los fines sí existen, y por ello sabemos, que hay un fin, que por si mismo,
sea el último de todos.
El fin último del que
llevo hablando todo este tiempo, este fin, es lo que conocemos como “felicidad”
(eudaimonía). Por esto es conocida la ética aristotélica, eudemonista, porque
dice que "El fin último que persigue el hombre es la felicidad”
Cada objeto y cada
elemento que hay sobre la Tierra tiene una función propia que viene determinada
por su naturaleza. Por ejemplo, unas tijeras tienen la función de cortar, si no
cortan, diremos que son unas tijeras “malas”, en cambio, si resulta que sí
cortan, diremos que son unas “buenas” tijeras, porque están realizando adecuadamente
su función.
Del tal manera que las
substancias tienen su propia función, los hombres en la Tierra también. La
felicidad consiste por lo tanto en actuar de forma con la función propia del
hombre. Si el hombre sigue este camino, le llevará a la felicidad. En
cambio, si no los realiza, se tratarán de vicios que le irán alejando de la
felicidad. Ya que, como he dicho antes, hay personas que consideran que la
felicidad se alcanza con riquezas, honores, fama y placer. Pero Aristóteles
vive con la firme idea que todo eso son simplemente “bienes externos”,
que no son perseguidos por ellos mismos, solamente los utilizamos como medio
para llegar a la felicidad. La felicidad se basta a si misma, ya que es
autárquica y perfecta. Todo el resto de bienes externos, pueden hacer que nos
acerquemos a la felicidad, pero jamás, por tener posesión de alguno de
estos bienes externos, seremos felices completamente, únicamente nos sirven de
complemento.
Según Aristóteles, hay
tres tipos de bienes:
1) Bienes
externos: riqueza, honores, fama, poder…
2) Bienes
del cuerpo: salud, placer, integridad…
3) Bienes
del alma: la contemplación, la sabiduría…
Los seres humanos no
podemos ser felices únicamente con uno de los tres tipos de bienes según
Aristóteles… Únicamente con riqueza, o con placer, o con contemplación.
Si no que necesitamos algo más que todo eso. En esto es en lo que nos
diferenciamos en gran parte de los animales. Porque estos bienes, aun que no
sean suficientes, ayudan a llegar a la felicidad. En este tema concreto,
Aristóteles mantiene una actitud severa y firmemente realista: “El bien no
puede ser algo iluso he inalcanzable. Sin ciertos bienes exteriores, como por
ejemplo la salud, o la riqueza, o el placer…
Por lo que la felicidad
eudaimonía, es conocido como el bien supremo, el bien que no tiene otro fin,
que es ese su fin. Después, hay que mirar en que consiste el bien para cada
ser.
El bien es energía, es
un acto que define a cada ser y que es propio de cada uno de ellos de una forma
distinta. A lo que me refiero es que se trata de aquella persona que viene
determinada por su propia y única esencia o naturaleza. Y sabiendo que la
naturaleza del hombre proviene de la función específica y concreta de su propia
alma, de su pensamiento, de su felicidad, de todo esto consistirá para que un
alma este bien, para ello, se necesita la contemplación.
El bien mas importante
y mayor para un hombre, será el total y completo desarrollo de todo aquello que
le parece mas esencial, como por ejemplo la actividad contemplativa, la
observación y la inteligencia.
Finalmente, la virtud
de la sabiduría, será la que de al hombre la verdadera felicidad, llegando al
bien final. Aunque tenga que combinarlo con otros bienes exteriores y otras
virtudes.
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